En tiempos de crisis la necesidad obliga, y damos mil vueltas al coco para encontrar trucos para ahorrar dinero para poder llegar a fin de mes. Últimamente están proliferando las plataformas web de consumo, que ofrecen a sus usuarios mil consejos y trucos de todo tipo que alivian nuestros bolsillos, realizando pequeñas acciones al alcance de cualquiera, y que pueden suponer un ahorro importante al final de mes. Es aquello de «un grano no hace granero, pero ayuda al compañero». Siguiendo estas recomendaciones no se llena el granero, pero sí podemos conseguir un pequeño excedente que nos permita darnos algún capricho antes prohibido. Y es una manera muy efectiva de llevar un control de gastos e ingresos.
Usas los cupones de descuento para llevar un control de gastos e ingresos
El producto estrella de estas plataformas son los cupones de descuento. Existen muchas variedades de este tipo de promociones, pero todas coinciden en lo esencial, atraer al cliente y ofrecerle sus productos en condiciones ventajosas para que compre.
Estas nuevas fórmulas de marketing interesan a las marcas, ya que pueden ofrecer salida a productos que de otra forma no venderían, y a la vez consiguen la atención de personas que compran otras marcas u otros productos. Y también nos interesan a nosotros como consumidores, siempre que no nos dejemos llevar por el atractivo de la oferta y compremos productos que realmente nos sean de utilidad, pero a mejores precios.
Cómo funcionan los cupones
Lo primero que debemos tener es un ordenador conectado a una impresora, y acceso a Internet, claro. Después hay que acceder a alguna de las páginas que ofrecen cupones descuento. Tan solo tecleando en Google «cupones descuento» aparecen un buen número de páginas en las que poder obtener cupones. Eso sí, a cambio tendremos que registrarnos y dejar nuestros datos, una valiosa información que las marcas sabrán utilizar en sus promociones, pero es un peaje barato en comparación con lo que se puede obtener.
Una vez realizado el registro, se pueden seleccionar los cupones que nos interesen e imprimirlos. Es importante que la impresora y el ordenador estén bien conectados, ya que solo se pueden imprimir una vez. También hay que tener en cuenta que los cupones tienen fecha de caducidad, y que solo se pueden utilizar uno por producto.
Una vez hayamos impreso los cupones, podemos ir a nuestro supermercado o tienda habitual y, a la hora de pagar, pedir que nos apliquen el descuento correspondiente. Funciona en gran parte de los supermercados y en muchas tiendas de proximidad, pero es conveniente preguntar si la tienda o supermercado acepta estos cupones. Debemos tenerlos en cuenta, porque podemos ahorrar un dinero considerable, ya que los descuentos suelen ir de cincuenta céntimos a un euro o más, dependiendo del producto.
En conclusión, buscar, comparar, y si encontramos un descuento mejor, a imprimirlo, para facilitar el control de gastos e ingresos: el gasto será el coste del producto elegido y el ingreso el ahorro que obtienes al usar el cupón. Recuerda… ¡disfruta y ahorra!
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